El arrollador espectáculo de Jennifer Lopez y Shakira este domingo en la Super Bowl ha generado impacto en la opinión pública de Estados Unidos. Por primera vez, dos artistas latinas tuvieron el escenario del acontecimiento televisivo del año para ellas solas. Lo que vieron 102 millones de norteamericanos.
Con el paso de las horas, la calificación artística (Shakira y Lopez se repartieron el tiempo a partes iguales e hicieron un popurrí de sus canciones más conocidas) comenzó a dar paso a otro tipo de detalles.
El éxito de Lopez Let’s get loud (hagamos ruido, en traducción libre) lo comenzó a cantar su hija Emme, de 11 años. Shakira tocaba la batería. Entonces Lopez apareció con una capa que tenía las banderas de Puerto Rico y EE UU y gritó, “¡latinos!”.
“Que dos latinas hagan esto en este país y en este momento, nos da mucho poder”, decía Lopez en una rueda de prensa de presentación del show. “Estoy muy orgullosa de ayudar a establecer ese mensaje y hacerlo avanzar”. Shakira añadió que “es un momento muy importante para la comunidad latina en este país”. “Creo que la Super Bowl es un evento muy americano, lo más americano que hay. Es un gusto ver que va a ser un recordatorio de la herencia de este país, que es una herencia de diversidad”, dijo Shakira. “Este show va a tener una connotación social bastante importante”, dijo la colombiana.